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viernes, 15 de septiembre de 2006

Dos formas de egoismo: Farruquito y los nacionalismos

Hola a todos. Parece que ahora que se aproxima el inicio del curso retomo mi faceta más jurídica y hablo de cosas más serias en el blog, como, por ejemplo, esta entrada, que sigue la estela de otras como la primera entrega de Dios Bendiga a América; desde aquí opinaré y trataré de arrojar luz a casos tan relevantes como el del calé mas famoso (para su desgracia) de los últimos tiempos y el del problema más grave al que España se enfrenta en nuestro siglo, los nacionalismos mal entendidos.

Respecto al primero, el "bailaor" Farruqito, y por enlazarlo por el título de la entrada, le cubre el egoismo por muchas extremidades de su cuerpo, y en lo más profundo del mismo, el corazón. Recordando los hechos, es innegable encontrar varios puntos en su actuación (la que le ha llevado a ser condenado firmemente por un Tribunal a 3 años de prisión) que revisten de egoismo por todas partes, a saber:
1) Conducir sin carnet: El artista prefirió tener la sensación de gozar la conducción de un cochazo en toda regla que mirar por la seguridad de sus conciudadanos.
2) Omitir el deber de socorro: El auténtico crimen del gitano no es tanto atropellar a una persona (nos puede pasar a todos), sino hacer valer su amor por si mismo, su carrera y su reputación contra una vida humana que él mismo colaboró a erradicar de este plano de existencia.
3) Culpar a su hermano pequeño: Por si no bastara con atropellar y no socorrer
a su víctima (aunque la técnica jurídica no sea la mejor en consonancia con este término, para mi Farruquito fué verdugo de quién murió bajo las ruedas de su auto), culpó de lo sucedido a su hermano pequeño, menor de edad; es el colmo de la dejación de responsabilidades en otro, y en este caso, inocente y de la misma sangre. ¿Se puede ser más cobarde?
4) Declararse inocente en el juicio: Eludir las consecuencias de sus propios actos está en disonancia con mostrarse arrepentido en público y mostrarle a la familia del difunto su pésame. Farruqito se mostró así con la viuda del finado, pero en el proceso judicial defendió su inocencia y con ello, quería impedir que la familia cobrara indemnización alguna, al solicitar la absolución.

La auténtica cuestión es que, elementos procesales y jurisprudenciales aparte (muy técnicos para el neófito en la materia) que rodean al caso Farruquito, ha dado la auténtica sensación de que el personaje público a devorado a la persona; las declaraciones de canales el Bailaor diciendo que cómo se podía meter en la cárcel a un artista pone de manifiesto que en ocasiones la sociedad española de claros síntomas de no estar madura para muchas cosas necesarias para una buena convivencia.

Justamente al hilo de la sociedad de éste país, enlazamos y ponemos de manifiesto uno de los grandes males de ésta, nuestra casa, España, ese nombre que ya casi nadie se atreve a nombrar por pavor a que le tilden de fascista. Particularmente, yo no me vanaglorio de ser fascista, y es más, los que me conocen saben que mis posiciones siempre han rondado el centro moderado, por lo que soy poco sospechoso de defender banderas pasadas y discursos arcaicos. Pero de nuevo, no caeré en la trampa de decir que el hecho de no estar a favor de los nacionalismos implica la negación de la libertad y de un principio tan básico como la tolerancia a ideas ajenas.
Sin embargo, no deja de ser curioso que desde el otro lado, el que aboga por el federalismo, no se tolera la opinión diferente. ¿Por qué hablar ahora de esto, apagado el debate sobre el Estatut catalán? Por el tema recurrente y habitual, el dinero. Actualmente se están negociando los Presupuestos Generales del Estado, que, para el que no lo sepa, deben estar aprobados por una mayoría del Congreso de los Diputados. El PP, en una maniobra a mi juicio poco inteligente, no apoya las cuentas del Gobierno de ZP, lo que obliga al Gobierno a negociar su tramitación parlamentaria con los grupos nacionalistas que pueblan nuestra cámara baja. Si el PP apoyara los números del ejecutivo, le evitaría a Zapatero ceder ante los chantajes nacionalistas. Pero no ha sido así, por lo que lamentarse no vale de nada.
El caso es que nuestros amigos gallegos, vascos, catalanes y canarios se han sentado a negociar con el egoismo por bandera, sin recordar que el Estado es ese gran padre que debe de cuidar que sus hijos (las CCAA) sean solidarias entre si. El Bloque Nacionalista Galego ha dicho mediante su portavoz de grupo parlamentario que sólo apoyará los Presupuestos si el 8% de los mismos va destinado a Galicia, sin contar, por supuesto, con las ayudas a la tierra del percebe por los incendios sufridos este verano. Los catalanes ya han esgrimido su arma de fuego, el Estatut, para decirle al ministro Solbes que el texto cuasiconstitucional de los catalanoparlantes obliga a ceder una cantidad superior a la presupuestada al Govern de la Generalitat. No menos pedigüeños han sido los amigos del norte, los vascos, que han solicitado mantener lo que se llama "el cupo vasco", un paquete de medidas legislativas que asegura ventajas fiscales a las empresas que se constituyan en territorio de Euskadi. Canarias es la única que, razonablemente, ha pedido un aumento de las ayudas del fondo Europeo y de las propias arcas del Estado en materia de inmigración, ya que el archipiélago es la tercera comunidad que menos dinero público recibe del Gobierno central.

La inmediata duda que me asalta es ¿qué sucede con aquellas comunidades autónomas que no tienen grupo nacionalista en el Parlamento? La respuesta parece tan obvia como nefasta: que se verán en desigualdad de oportunidades. ¿Es este el modelo socialista de solidaridad y cooperación? Decididamente creo que no. España no se rompe ni se romperá porque una determinada comunidad diga en un preámbulo de su texto máximo que se define a si misma como nación. Lo hará por las diferencias económicas que pondrán por encima del resto a estas comunidades egoistas y antropocéntricas, que se creen las víctimas de un tiempo pasado que no fué mejor. Estas diferencias acrecentarán el odio de los demás hacia estas tierras, ya que verán que, como rezaba el comunismo viejo stalinista, "lo tuyo es mío pero lo mío no es de nadie más".
Las envidias entre territorios llevarán al odio entre españoles, hijos todos de un mismo sol aunque desde luego, en este caduco imperio, el mismo ya se ponga cada día.

A la memoria me viene una medida que podría ser tremendamente efectiva contra este nuevo tipo de egoismo basado en el lugar donde se vive o la lengua que se habla, y es aquella que propuso Rodríguez Ibarra, Presidente de la Junta de Extremadura en su día, y consistente en "desterrar" a los partidos políticos que sólo se presentan en una comunidad autónoma (y juegan con la ley electoral, que permite que un grupo que sólo representa a Cataluña tenga 8 diputados en las Cortes Generales que son la voz popular de España como conjunto) al Senado, definida en la Constitución Española como "una cámara territorial", donde defenderían allí sus intereses como comunidades autónomas, pero no ya los partidos de las "nacionalidades históricas", sino todas y cada una de ellas, en igualdad de condiciones. Pero claro, a ver quién toma esta medida sin ser declarado inmediatamente limpiabotas de Franco y fascista de pro... Así es el egoismo... tanto del asesino como del tacaño y egocéntrico nacionalismo...

Saludetes

2 comentarios:

David dijo...

Bueno, muy bueno...
Me gustaria que toda españa leyera esto y tambien me gustaria saber tu opinion acerca de la postura del rey ante todo esto, ante la division del pais que deberia reinar y al que solo utiliza para vivir "a todo alcanfort".

vaklam dijo...

Iei, gran post si señor. Me gusta leerte, maldito floretista ahí dando caña.

Qué te iba a decir, si, sobre lo el bailaor ese. Es normal que alguien acostumbrado a ser "Farruquito", llevado en volandas por sus cortesanos desde pequeño, criado como un señor artista, un paso por encima de la evolución humana. Eso le pasa por vivir en el lado salvaje de la vida, metiéndose en fregados y movidas (esta porque ha salido mal, pero a saber en cuantas más se habrá metido).

Luego, segun el tema de las comunidades autonomas, estoy completamente de acuerdo contigo. Pero es algo normal, hasta existe una teoría de la democracia que explota este tema... No recuerdo como es, pero basicamente "en un mundo donde todos los mandatarios son animales egoistas que luchan por los votos, el colmo del egoismo es realizar el gobierno más justo"... en otras palabras, como el vendedor que vende más barato no porque es más justo, sino para tener cuota de mercado

Saludos camarraden