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martes, 12 de febrero de 2008

A los 12 años, a la cárcel

Oigo con estupor que el PP quiere llevará en su programa electoral la rebaja de la edad de responsabilidad penal de los 14 a los 12 años. Y digo con estupor porque el partido que (se supone) dirige Mariano Rajoy ha caído en barrena desde que empezó la pre-campaña, decisión tras decisión. Si hace meses tenía dudas sobre mi voto (ahora resueltas), los dirigentes del PP me pusieron fácil, por lo menos, a quién no votar; gracias por tan generoso gesto, en aras de simplificar mi decisión. Que si Ministerio de Familia, que si cambio de nombre a los matrimonios homosexuales, que si Gallardón fuera de las listas, que si el nombramiento de Manuel Pizarro (el cual, por cierto, me ha valido una suculenta cantidad de euros, para quién pienso que le critico por "manía") ... y ahora, cuando menos lo espero, llegan con otra propuesta de botarate, y, ojo, no por la propuesta en sí, sino por la falta de seriedad con la que se hace.

Lo primero que cabe explicar es qué es esto de la edad de responsabilidad penal (si eres estudiante de derecho o similar, puedes omitir este párrafo). En esencia, el Código Penal establece que sus disposiciones sólo son de aplicación a los mayores de 18 años. En caso contrario, será de aplicación la Ley Reguladora de la Responsabilidad Penal de Menores. Esta misma ley sostiene que los menores de 14 años son "totalmente" inimputables, esto es, que aquellos que tengan una edad inferior a 14 años no pueden ser imputados en causa criminal, o dicho en otros términos menos precisos pero más claros, que no se les puede enjuiciar por el delito cometido.

Lo que el PP plantea ahora es ampliar la edad en la que se es responsable penalmente (no inimputable, es decir, imputable), siéndolo a partir de la tierna edad de 12 años. ¿La razón? Que estamos en campaña y quiere captar votos atizando a los posibles reos (lo que ya es, tristemente, costumbre en España). ¿El argumento? El caso de Sandra Palos, una joven que fue quemada, violada y asesinada, por entre otros, menores de 12 años, que, evidentemente, no ingresaron en prisión. La pregunta que cabrá hacerse ahora es, "¿y por qué Graimito cree que esa propuesta es un disparate? Si han hecho algo, que paguen". La respuesta es un tanto más compleja de lo que aparenta en una primera lectura, pero atiende básicamente a varios motivos:

1) Un caso concreto, o incluso 10, por muy sangrantes que éstos sean, no pueden ni deben ser tomados como "termómetros" para medir si la ley es eficaz o no, y menos todavía, si es justa o injusta. Resulta evidente que analizando el caso concreto de Sandra Palos, no cuesta nada tomar la decisión, en concreto y con las vísceras calientes, de mandar a prisión a pudrirse a los que acabaron con su vida tan brutalmente. Ahora bien, la ley, no nos olvidemos, es general, construida para servir en pluralidad de casos, de ahí, frecuentemente, su pronta injusticia, pues toda norma, cuanto menos concreta es, mayor es el riesgo de injusticia. Así, plantear que un chaval de 12ños pueda dar con sus huesos en prisión, supone, también, y sin poder ser separable una pretensión de otra, que, por poner un ejemplo, dos hermanos, uno de 12 y otro, pongamos, de 11 años, juegan juntos con una espada de plástico; queriendo darle una estocada fantasiosa que le proclame vencedor del juego, el hermano de 12 años ensarta en el ojo de su fraterno compareño de juegos, causándole lesiones cerebrales y matándole. Ese hecho, sin más, es un homicidio imprudente como una catedral, con lo que inexorablemente, y con la propuesta del Sr. Rajoy, el menor ingresaría en un reformatorio, y si la condena es lo bastante larga, cuando cumpla los 18 años, cumplirá lo que reste en un centro penitenciario si el delito era grave (que en este caso lo es). Huelga decir que el hermano sobreviviente cargará no sólo con el drama de haber sido el causante involuntario de la muerte de su hermano, sino también con toda la carga desocializadora de ingresar en un centro de menores; en conclusión , hemos colaborado a destrozxarle la vida. Así, creo que antes de lanzar las campanas al vuelo y gritar lo malos que son los menores de 12 años, hay que ver siempre los dos lados de la ley.

2) Otras propuestas, no provinientes del PP, han sugerido que se evalúe al menor , no en función del criterio cronológico de la edad, sino en función de la madurez y del grado de conocimiento de lo que hizo, para así decidir si es o no responsable penalmente. Desde tal propuesta es razonable en abstracto, pero imposible en la práctica. La Administración de justicia en sentido ámplio ya está sobresaturada como para estar un mes evaluando a un menor delincuente. La experiencia nos dice que la individualización del reo es completamente imposible en materia de cumplimiento y ejecución de condena.

3) Esta propuesta está basado en un presupuesto puramente electoral, que busca la solidaridad mal entendida. Me refiero a que quién sea que ha propuesto tal medida, desde las filas del PP, seguramente basa su argumento en que la madre de Sandra Palos tiene derecho a que los asesinos de su hija vayan a prisión. Seguramente, si todos nos ponemos en su lugar (en el de la madre), lo comprendemos y pensamos así. Pero la tarea de un legislador no es pensar como una víctima, que por definición razona en función de su dolor. Así, lo incorrecto de tal argumento es palpable, en la medida en que la víctima no tiene ningún derecho subjetivo y personal a que el agresor cumpla la pena o castigo que ella desee. No porque la madre quiera y le haga sentir mejor que los asesinos de su hija ingresen en prisión, ello es lo mejor, o, incluso, lo legal; ¿y si les hubieran caído 20 años, pero la madre quisiera la pena de muerte? ¿habría que hacerle caso? Entonces, si a los menores de 12 se les ha aplicado la ley del menor, porque la madre quiera cárcel, ¿hay que hacerle caso? El supuesto, en cuanto al fundamento, es el mismo.

4) El endurecimiento de las penas o de las medidas está, científicamente demostrado, que no reduce la criminalidad, ni disminuye los elementos criminógenos de los estratos sociales más cercanos a la delincuencia. La prueba la tenemos, por ejemplo, en la violencia doméstica. Así que tampoco veo otro argumento, más que el resarcimiento a la víctima antes comentado.

En definitiva, puede mantenerse un debate acerca de los motivos político-criminales de mantener la edad actual de 14 años, y sobre la conveniencia o no de modificarlo. Lo que no es de recibo es que se planteen propuestas a la ligera, sin comprender lo que está en juego, y desde luego, resulta bochornoso que se haga prescindiendo del rigor técnico necesario, buscando sólo el voto fácil de las personas asustadas por la criminalidad en España. Cada día me da más miedo esta partidocácia donde los partidos pueden decir barbaridades todos los días y nadie les manda callar. Al contrario, los medios les alientan y les apoyan contra vienta y marea sin son "amiguetes". Cada vez tengo más claro porque me he afiliado a UPyD.

Saludetes

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola. Vuelvo a opinar después de bastantes actualizaciones de tu blog. Me parece bastante interesante la elección de los temas que haces, y en el caso que expones yo creo también que no es una medida tomada pensando en la ciudadanía en su conjunto sino en llamar la atención de los votantes (en este caso los votantes poco informados).

Castellón Opina dijo...

Seguro que el señor ese de la policía Inglesa es cuñado de su primo.
Pues pretende llevar a termino una propuesta descabellada, consistente en hacer una base con el ADN de todos los BEBES en etapa escolar, y siempre bajo la discreción de no se quien. Ese quien, tendrá la llave del futuro bebe, pues según el juicio de esos expertos, dirán si ese bebe, puede o no ser en un futuro un delincuente.
Me niego creer que esta sociedad europea vallamos tan locamente a criminalizar todo y a todos.
Cada vez estoy más convencido, de que vamos para un estado policial en algunos países de Europa.
Después leo en la prensa digital, que en España los jueces no pasan el correspondiente control de salud, mental… como el mortal de los ciudadanos, que deben estar al día para no ser pasado a otra situación diferenta a la de apto para el servicio.
Ahora entiendo mas las cosas que pasan en las motivaciones de sentencias contra parejas de hombres, o de mujeres, o sobre la condena de un inocente por error. O el partidismo que hace según a que partido pertenecen.
A los militares mientras estamos activos, nos cercenan la posibilidad de pertenecer no a un partido, sino lo más grave, a formar un sindicato para protegernos como los demás de esta corrupta sociedad.
Seria por tanto más correcto, que los magistrados no puedan pertenecer a sindicatos Y/o partidos políticos, al igual que la sociedad hacen con nosotros (entrar http://www.amarte.org.es/ o http://aume.org/ ) asociaciones a las que no se les permite hacer nada mas que cultura…

Un saludo