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jueves, 8 de febrero de 2007

Y sufriendo se vive

Bueno bueno bueno... ¡cuanto tiempo ha pasado desde que actualicé por última vez!. Seguro que mis fervientes y posesivas fans me echaban de menos; desde aquí las animo a que sigan paseándose en bikini por la terraza de mi casa lo hacen muy bien XDD.

Pues eso, niños, de lo que vamos a hablar hoy en la clase del tío Graimito es del llamado "victimismo". El victimismo suele ser una actitud afectiva o emotiva en la cual el sujeto que la desarrolla basa su estrategia en mostrarse como perjudicado injustamente para crear en los demás un sentimiento de lástima o compasión. Hasta ahí todo claro: los victimistas no nos gustan. Pero, ¿qué sucede cuando alguien fué víctima de verdad, pero esa condición es la que conforma su vida actual? O dicho en otros términos: hablemos del llamado "victimismo de la víctima". Para que se entienda bien el concepto, simplemente mencionar el estudio que recientemente ha publicado el psicólogo Oscar DelCabo, en el que se analiza este fenómeno. Uno de los casos que estudia es el de una mujer a la que le fué diagnosticado el VIH/ SIDA. Su vida cambió drásticamente, y de repente se convirtió en víctima: repudiada por parte de la sociedad, sus familiares, amigos y allegados se volcaron con ella. Se convirtió en activa colaboradora de una conocida ONG de Madrid de lucha contra la enfermedad y convirtió su "tara" en un motor de su vida. Pero, años más tarde, en un control analítico y con pruebas más fiables, se descubrió que realmente no tenía VIH/SIDA, sino que había padecido una infección vírica. De repente, ya no tenía una enfermedad mortal. Es para alegrarse, ¿no?. Pues esta mujer de repente se sintió desnuda, desprotegida. Era una víctima y como tal se le apoyaba, se le quería, se le compadecía. Pero, ¿y ahora? ya no era una víctima, así que ya tenía "los mismos derechos", por llamarlo de alguna manera, que las personas no enfermas, no víctimas. Ya no evitarían discutir con ella, ni le dejarían el asiento en el Metro, ni podría dar sus charlas sobre como afrontar la enfermedad: ya no era una víctima. Así que, en esencia, y según reconocía ella misma, no le alegraba lo más mínimo saber que no estaba enferma. Su modo de vida se había desmoronado.

Algo así, por enlazarlo con la actualidad que nos rodea, es lo que he observado en Pilar Manjón, la Pta. de La Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo. Tuve (no se si llamarlo placer) la oportunidad de escucharla en ese espléndido programa de entrevistas que emite La Sexta, "Sexto Sentido". Y volví a ver a una mujer triste, que da lástima, y que no pierde oportunidad de recordarle al mundo lo desgraciada que es. Es completamente cierto que Manjón perdió a un hijo por la sinrazón de unos asesinos; eso es la realidad, igual de real que decir que es algo durísimo, algo que quién no lo ha sufrido no lo puede comprender del todo. Pero también es verdad que el hecho de que perdiera un ser querido, además de para recibir las condolencias y la solidaridad de la sociedad, no debe valer para nada más. Esta señora no es mejor o peor persona por sufrir una desgracia. Y sin embargo se aprovecha para alcanzar con su discurso político explícito y pretendido un status único y , para quién esto escribe, muy cómodo: puede opinar políticamente y pretender que los partidos políticos bailen a su són sin pagar el correspondiente precio, esto es, ser susceptible de que critiquen tus actuaciones en ese marco, el político. Y esto es por el sencillo motivo de que es una víctima, y está feo meterse con ella. Por eso, Manjón puede decir que los responsables del 11- M son los líderes del PP (en lugar de señalar a los únicos culpables: los terroristas, los asesinos), pero nadie puede decirle que eso es un disparate, porque, claro, es una víctima, y da mucha pena. Ya vale de utilizar la desgracia para manipular a la gente. También Franco, ese pequeño dictador, murió con un tubo de 30 cm metido en la garganta y agonizando (fué, empero, una víctima) y no creo que nadie le perdone por ello todas las barrabasadas que hizo el régimen. Pues con la Sra. Manjón, debería ser igual: Sí, Sra., ha perdido un hijo, lo siento, pero eso no le da derecho a hacer y a decir lo que le da la gana.
Ya es incluso perverso crear una asociación aparte de la AVT (la Asociación de Víctimas del Terrorismo) dando a entender que hay categorías de víctimas: a las de la AVT las mata ETA, y a las del 11-M las mató el PP, así que son más víctimas, si cabe. Repito que la perversión es pasmosa, querer dar más importancia a unas que a otras, faltando al respeto a aquellas que no murieron porque casualmente iban en un tren, sino que, a sabiendas de las amenazas, mantenían sus ideas y su defensa de la democrácia, como, por citar a uno, a Tomás y Valiente, el que fuera Magistrado del Tribunal Constitucional y profesor de la Universidad de Madrid.

Pero ya el colmo del victimismo de las víctimas lo hemos podido ver en la última manifestación que, esta vez, convocó la AVT y el PP en contra del terrorismo. Es, si alguien lo dudaba, la presencia de banderas de Ecuador. Y antes de que alguno me malinterprete, no tengo nada en contra de los ecuatorianos y mucho menos de que usen y disfruten sus derechos civiles. Lo que me ofusca es que ahora sí estén en las manis; antes no era problema suyo, ahora, como han muerto dos compatriotas, resulta que Ecuador está contra el terrorismo. ¿Por qué cuando mataron a Gregorio Ordoñez no estaban? ¿Por qué cuando amenazaron y finalmente asesinaron a sangre fría a Miguel Ángel Blanco no estaban allí? Sencillamente porque les importaba un pimiento. Pero ahora tienen que hacerse los solidarios, para tratar de buscar beneficios. Es lamentable ver como asociaciones de ciudadanos ecuatorianos solicitaron a la Delegación del Gobierno de Madrid medidas de gracia para sus asociados, en compensación por el atentado. O lo que es lo mismo: "vamos a darles pena, y decir que como han muerto dos personas (sí, personas, aunque a alguien se le olvide) que no conocemos de nada, pero son ecuatorianos, legalizad a todos los ecuatorianos, que son muy solidarios". Obviamente, habrá que legalizar a la familia para que puedan apercibir las ayudas que el Estado otorga a las víctimas; es de recibo que quién ha perdido un familiar por algo irracional reciba el apoyo del país. Pero, también me resulta obvio, que quién no fué víctima, no reciba nada. Imaginemos que la víctima nº 2 llevaba calcetines blancos: pidamos al Gobierno que todos aquellos que llevamos calcetines blancos recibamos una ayuda fiscal en el IRPF. Absurdo, ¿no?. Pero esta realidad no deja sino de reforzar un viejo refrán español (muy sabio él) que reza así: El muerto al hoyo y el vivo al bollo.

Todo esto no puede llevarme a la conclusión de que hacerse la víctima está a la orden del día, y es nuestro deber detectar esos victimismos y darles lo que se merecen: una rotunda negativa a sus pretensiones chantajistas.

Saludetes

2 comentarios:

Pakho dijo...

Ains Graimito, cuanta razón tienes.

Hacerse la víctima sirve para todo, y suele ser muy utilizado por aquellos incapaces de hacer algo solos y necesitan ayuda de los de alrededor (ya sea para recibir apoyo o que le re-afirmen sus palabras/ideales).

De todos modos, en este pais siempre ha estado de moda obtener el máximo beneficio con el mínimo esfuerzo, por lo que no es de extrañar ver estas manipulaciones sentimentales (a las cuales cogi muchisimo asco hace un tiempo).

En fin, un saludete :3

Anónimo dijo...

Hola Graimito!

Sí si tus fans te echabamos de menos pero eso del bikini y la terraza, despiertaaaaaaaaa q creo q te has quedado dormido jejeje!

Respecto al tema que tratas tienes razón. Cuando sucedió lo del aeropuerto de Madrid, la querídisima derecha de España utilizó todos los medios posibles para desacreditar al gobierno. Y si para eso hace falta unirse a todas las víctimas y ser más ecuatorianos que nadie, pues adelante. Pero yo me pongo a pensar y...¿ No fueron ellos los que se negaban a legalizar a toda esta gente que viene a buscarse la vida?...mmmm...Me quedo con lo de pakho: " El máximo beneficio al mínimo esfuerzo" y si para eso hay q quejarse pues adelante...

Bueno ya me callo. Cuidate y besitos!