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miércoles, 16 de agosto de 2006

El Mito de la Abogacía y los instintos



Hola a todos, ¿como va eso? Supongo que si aún teneis tiempo que perder en leer esto, es que va bien. Observando el blog de nuestro colega Zurdi he visto que ha dejado una respuesta a un comentario mio que incluye el siguiente fragmento:

Pequeño graims, yo no soy abogado ni se expresarme como tu, y poco se de instintos (te saluda el saltador de muros), pero a veces hay que dejar de lado el instinto de supervivencia y luchar, al menos por algo, algo llamado dignidad.

La verdad es que ha resultado gracioso la parte en que dice "yo no soy abogado", como si fuera inherente al estudio de la ciencia jurídca el buen discurso. Y hoy estoy aquí para desmitificar eso. Sólo en mi carrera te puedo decir más de diez personas incapaces de hilar una frase con sentido o de escribir algo más de dos lineas sin que la cabeza les eche humo. Y creeme, no es cuestión de ser más inteligente o menos, se trata de tener inquietudes y en que la vida no se base sólo en "salir de fiesta" y punto. Salir, hablar, divertirse, está muy bien, pero hay otros mecanismos de diversión que amplían horizontes del hombre... Es obvio que en todas partes cuecen habas. En cualquier caso, y creeme, al menos por lo que respecta a algunos de mis compañeros de carrera (ver el post DE LA FALSEDAD A LA IMPERTINENCIA), que en esta carrera justamente la falta de expresión no va disociada de la habilidad de manipulación y, por tanto, de una consabida falsedad. No es menos cierto que en el futuro profesional (y más en el ámbito de lo penal) hay que separar hábilmente la moralidad de la viabilidad en un conflicto delictivo. Ahora bien, llevarlo a los extremos de practicarlo en la vida cotidiana es una desfachatez que sólo aquellos que estudiamos derecho somos capaces de pergeñar.

Acerca del asunto de los instintos (si quereis saber más visitad el blog de Zurdi), concuerdo contigo; es necesario para que la "polis" funcione correctamente que obviemos en la mayor parte de los casos los instintos que aún perviven en nosotros. El ejemplo más claro es el instinto vindicador o de "venganza", el llamado ojo por ojo. Conviene olvidarlo para establecer un estado de derecho que profese la reinserción del criminal y su resocialización, evitando así la venganza. Justamente la dignidad humana es uno de los valores que más contradicen el propio instinto de supervivencia, ya que invitan a que no sólo el más fuerte o el más adaptado reciba el trato humano que merece, sino que todos por igual puedan hacerlo. Pero es innegable que la civilidad de las personas deriva del autocontrol que supone retener y aprisionar esos instintos, y en más de los casos que deseamos, ese autocontrol desaparece o simplemente no existe. Los miedos, las fobias, los racismos, las homofobias, los prejuicios en general...es puro instinto de conservación. De ahi que comparta contigo la necesidad de combatirlos, pero también es cierto que no es factible culpar a la sociedad de tener esos vicios, pues son aquellos con los que todos nacemos.

Saludetes.

PD: Vakli, te expresas como dios manda, y que coño, me gusta como escribes, y lo que es mejor, me gustan los temas sobre los cuales escribes en tu blog.

1 comentario:

vaklam dijo...

Venga, por fin voy a animarme a contestar. Voy a empezar por lo de las inquietudes. Tu crees que todo el mundo tiene inquietudes? ¿Acaso piensas, amigo, que el "común de los mortales" tiene inquietudes hoy día? No todo el mundo 'expande' su consciencia como para poder mirar más arriba de la hierba y poder observar las estrellas, así que son felices con su idea de salir de fiesta y divertirse drogados hasta las cejas (yo incluido). No todo el mundo tiene la fuerza suficiente como para quitarse las cadenas para poder mirar en otra dirección que no sea la visión fácil y bonita de la vida.

Otro tema, pergeñar, he tenido que buscarlo en el diccionario cachocabrón, no te creas que solo los de derecho podeis ser unos cabrones, aunque tenéis más posibilidades puesto que os enseñan a defender a asesinos y violadores. Pero bueno, es el sistema más justo que podemos desarrollar, no hay ningún 'ser superior' capaz de descubrir la verdad, por eso la sociedad necesita de esos inmundos profesionales... Y ahora recuerdo el chiste de abogados que hacen en la película Philadelphia.

Y ya para terminar (me tengo que poner a hacer faena), sobre la dignidad y el estado de derecho, un significado de justicia es dar a cada uno lo merece según sus actos y su condición, y ahí la venganza y los sentimientos primarios no entran. Ojo por ojo, y todos ciegos.

Saludos