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jueves, 29 de abril de 2010

Notas Musicales: Spider-Man, Brand Old Day

Hola a todos,
Ya sabeis que esta sección está destinada a sacar a la luz composiciones desconocidas por el gran público que considero auténticos temazos. Hasta ahora la cosa no ha ido mal, pero es hora de calzarse las botas y de meterse en el barro; de tener valor para recomendar cosas por las que quizá en otros estados ya habría sido condenado a muerte. 

Con ustedes...




¡El tema principal del episodio piloto de la serie en imagen real de "Spider-Man" de los años 70!

Mi historia con este piloto viene de lejos, ya que conservo de mi más tierna infancia un VHS con el capítulo entero (y no es porque en él aparezca Elsa Pataki antes de cambiarse de sexo, como indican los títulos de crédito) cortesía de Canal 9. Habré visto decenas de veces este inclasificable capítulo que es de auténtico bochorno sencillamente porque me parece muy muy divertido (al igual que otras obras cumbre del género superheróico como El Vengador Tóxico IV, sobre todo si la ves en compañía de unos colegas y una buena botellita de lambrusco barato de Mercadona), destacando la secuencia en la que Spider-Man ¿combate? contra unos... ¿samurais?. Pero también, y me ruborizo un poco al reconocerlo, por su música.

 ¡Me encanta mirar a las mozas desde lo alto!


 Siempre me ha llamado la atención que se rescatara el horrible tema de la serie de dibujos de los 60 con ocasión del estreno de la película de Raimi y jamás se haya reivindicado el temazo que Johnnie Spence compuso para su contrapartida en imagen real, todo un exponente de la mejor música disco en medios audiovisuales desde The Spy Who Loved Me. Y más cuando como bonus track observamos en los títulos de crédito que el supervisor musical es el gran John Fresco (créditos que podeis ver más abajo, en los que se escucha una versión más larga y mejor del tema principal a partir del minuto 5:15).


Saludetes a todos



sábado, 17 de abril de 2010

Un apunte sobre la polémica alrededor del Juez Garzón

Hola a todos,

A la vista de la polémica que ha levantado la imputación por parte del Tribunal Supremo, quiero sintetizar mi opinión sobre esto, habida cuenta de que ya en 2008 tratamos el tema en un post más extenso.
 Como quiera que ya adelantábamos en aquellas fechas que había algo de irregular en la apertura del proceso penal (y digo irregular y no delictivo, que no es necesariamente lo mismo), no parece conveniente redundar en lo mismo, sino traer aquellos argumentos jurídicos al hilo de otro pensamiento, que consiste en exponer, desde mi punto de vista, lo verdaderamente importante. Y ello, creo, como en todo proceso judicial, son los hechos y su calificación, quedando todo lo demás como secundario. Los hechos, tal cual los veo, son los siguientes:

- Garzón abre un proceso penal para encontrar a víctimas de la represión franquista.
- Justifica que es competente para hacerlo él y no el Juez de cada lugar calificando las muertes como producto de la comisión de un delito de genocidio y lesa humanidad (ya que la Audiencia Nacional es competente para enjuiciar estos delitos, pero no los asesinatos "comunes", para entendernos).
- Garzón obvia que los oficiales responsables de aquellos actos están muertos (y recordamos que no se puede abrir procesos penales contra muertos) e incluso solicita el acta de defunción de Franco para comprobar dicho extremo.
- Unos partidos y asociaciones de ideología ultraconservadora se querellan contra su actuación por considerar que al continuar con la causa, estaba prevaricando (tomar una decisión a sabiendas de su injusticia).
- El Tribunal Supremo admite a trámite la querella y también otras dos, una en relación a que no se abstuvo al instruir una causa contra Emilio Botín habiendo recibido patrocinio por unas conferencias en E.E.U.U. y otra por realizar escuchas a los abogados en conversaciones con sus clientes en el contexto de la trama Gürtel y por dilaciones indebidas.



 De estos hechos han derivado muchos debates suscitados desde la izquierda y la derecha, unos defendiendo la actuación del juez y, lo más importante, criticando e insultando duramente a quienes no lo hacen, y otros queriendo dar ya como culpable al Juez de la Audiencia Nacional. En esos debates se ha podido ver de todo, desde opiniones periodísticas acerca de la habilidad de Garzón para instruir bien o mal los casos que le llegan, opiniones de guardias civiles criticando el presunto desapego que tiene el Juez por dicho colectivo, críticas o elogios a su paso por la política, viejos rencores, nuevas filias, hasta actos masivos en favor de la República donde se señalaba al Tribunal Supremo como "franquista" y "cómplice de los torturadores".
Lo que entiendo que no se ha tratado en profundidad es, claro está, la realidad de los hechos relevantes. Personalmente me importa poco quién sea el que se querelle contra uno u otro juez y sus razones; lo que importa es si ese juez ha actuado bien o mal y ese extremo aún no se ha resuelto, por lo que entiendo que hablar de lo demás es absolutamente ocioso y superfluo, una excusa más para llenar horas y horas de debates televisivos donde periodistas sin ninguna formación jurídica opinan tajantemente sobre actuaciones judiciales.

De los hechos, mi opinión:


- Los actos cometidos por Garzón en los tres frentes comentados son ofrecen dudas sobre su corrección, como se expuso en el post "Garzonadas" y como han corroborado las aportaciones de los querellantes.
- Ofrecer dudas no quiere decir necesariamente que se haya prevaricado. Por ejemplo, en el caso de la competencia por calificar las actuaciones como genocidio o lesa humanidad es algo discutido y discutible en la doctrina jurídica, así que dificilmente podrá haber prevaricado al decantarse por una de las opciones que la interpretación del derecho ofrece; ahora, en otros elementos a tener en cuenta, quizá haya alguna actuación irregular (por ejemplo, sabiendo que los responsables, por cuestiones de edad, están muertos. Sería algo similar a si el propio Garzón abriera una causa contra Pizarro y Cortés, en virtud de la justicia universal, por sus crímines contra las poblaciones indígenas del continente americano).
- Lo anterior sivre para señalar que yo no digo que Garzón haya prevaricado (no me corresponde a mi decirlo) porque es un asunto que no está claro. Pero precisamente porque no lo está, no me parece mal que un Tribunal arroje luz sobre el asunto.
- Los defensores de Garzón en actos públicos pienso que se equivocan, a propósito, de frente, quejándose sobre el hecho de que se aclaren las cosas y no sobre una condena por prevaricación.

Con todo esto, me preocupa mucho la polarización del espectro ideológico español en esta cuestión y la vehemencia con la que se ataca o defiende a un juez que, al margen de lo que digan unos u otros, ha actuado de una determinada manera y es eso lo que se va a enjuiciar. Me preocupa porque me hace preguntarme qué intereses hay detrás para poner tanta carne en el asador en este tema. 
Sin embargo, antes de buscar maliciosos fines, hay que atender al periodo pre-electoral en el que nos encontramos. Pienso que el PSOE de Zapatero ha dado con el clavo de su triunfo electoral en un país mayoritariamente de izquierdas, que es espolear a su electorado polarizando la sociedad y fomentando el enfrentamiento. Y este debate, las proclamas a la República y otras tantas cosas que hemos visto estos días, creo que responde a eso, obviando, de nuevo, que lo relevante es el actuar del encausado y no las circunstancias políticas del entorno.

Nada más, nos vemos más pronto que tarde.