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domingo, 14 de enero de 2007

Cuando vestirse de corto y mancharse no está bien visto

Holas a todos. En el fútbol hay muchas cosas que me recuerdan a la vida misma; quizá porque forma parte de ella, o puede que porque cada vez más es una radiografía de una sociedad determinada. Es por esto que me llama la atención una noticia que lo ha sido esta semana, y que invito a los que no les gusta el fútbol a que lean igual (la entrada, no la noticia) porque es fiel reflejo de la vida actual: Beckham, jugador del Real Madrid que ha firmado un contrato con Los Ángeles Galaxy recientemente para abandonar la disciplina blanca en Junio, ha sido apartado del equipo por Fabio Capello, el entrenador del club. Lo ha sido porque el preparador italiano cree que alguien que ya ha comprometido su futuro con otros no puede esforzarse como lo harían quienes aún están vinculados de futuro con el Real Madrid. Pero lo que me interesa no es entrar en el debate sobre si esto es cierto o no, sino poner de manifiesto que Beckham, cuyas cualidades futbolísticas son muy dudosas, siempre que se ha vestido de corto y ha salido al campo, ha sido para pelear, para luchar, para sudar la camiseta y para mancharse. Todos los que me conoceis sabeis que no es un jugador de mi agrado: no tiene desborde, es lento, su famosa pierna derecha está sobrevalorada...pero del mismo modo, siempre he valorado que fuera un jugador que diera la cara y se esforzara. Por lo tanto, parece más razonable que el club, si no lo quiere por cuestiones deportivas, le dé una salida más digna que esta.

Esto me lleva a la cuestión que me interesa, a la que transporto a nuestra vida: el esfuerzo es algo pasajero que no tiene porqué verse recompensado. Es una reflexión que parece sencilla, pero tratemos de pensar cuántas veces a lo largo de nuestra vida hemos pensado (o pensaremos) que fulanito o menganito "no se ha portado bien con nosotros, después de todo lo que hemos hecho por él". O dicho en otros términos, que uno da siempre más de lo que recibe, lo cual es terriblemente frustrante. La lección de esto es que no debemos esperar compensaciones, sino hacer como el inglés: asumir la "ingratitud", si se quiere llamar así, y esperar tiempos mejores. Porque, como avanzabamos en el título, no está de moda "mancharse", ponerse el mono de trabajo y currar. Se prefiere a los estilistas finos que no dan palo al agua. Un claro ejemplo podemos verlo en las asignaciones de las matrículas de honor de la UJI, pero ese sería otro debate (porqué las conceden así).

Una segunda lección que se puede sacar del Real Madrid actual aplicable a nuestra sociedad es la combustión del talento jóven. Robinho y Reyes, jugadores del club blanco, no pasan de los 23 años. Y algunos ya hablan de ellos como si hubiera que jubilarlos. En condiciones normales, ambos dos deberían aguardar al menos 3-4 años para lograr dar lo mejor de sí en su carrera futbolística. Sin embargo se les exige que a su edad den un rendimiento no ya óptimo, sino sobresaliente, y todo porque se ha pagado por ellos una millonada.
En nuestra sociedad, se hace algo similar. Se nos educa de manera que se invierten millones en nosotros, y se nos exige al acabar la carrera, estar listos "para ayer". Que rindamos a día de hoy lo que un profesional de 50 años. El mundo cada día es más competitivo y no vale con ser una espectativa de futuro. Hay que ser el mejor del mundo ya mismo. Y eso, creedme, no es bueno (aumentar el nivel de exigencia para que vengan más preparados), sino que cuando pasa la barrera de lo humanamente exigible, impide el progreso. Hoy en día, como he dicho antes, no vale con vestirse de corto y tener ganas de trabajar: además hay que ejecutar a la perfección la labor para la que se nos ha escogido, sin tener en cuenta nada más.

Saludetes

sábado, 6 de enero de 2007

¡Y ya estamos otra vez!

Holas a todos. Acabo de leer en el blog de nuestra mascota amaestrada para romper coches Zurudil y me he encontrado dos comentarios suprimidos referidos a una entrada suya, y otro comentario posterior del autor de uno de los suprimidos, un adorable "anónimo". La verdad es que desconozco al no haber podido leer el comentario original borrado cual ha sido el conflicto entre el Puto Zurdo y este desconocido para mí. Pero si que hay algo que me ha llamado la atención en la argumentación del anónimo en su defensa: invocaba la "libertad" mediante la calificación de "espacio libre" del blog de mi amigo. Y vaya, ya es algo recurrente que quién frecuentemente vulnera la dignidad y los derechos de los demás (empero, su libertad) exija para si mismo una malentendida libertad. Así que lo primero que he pensado es "y ya estamos otra vez con la misma canción". Desconozco, insisto, el contenido del mensaje, pero algo conozco a Zurdi, y sé que no borra mensajes porque sí. Yo mismo le he contradecido, he argumentado en posiciones distintas a las suyas, y siempre he obtenido a cambio respeto, y lo que es más, conocimiento de que lo que decía era leído y atendido, estuviera él de acuerdo o no. Incluso no ha borrado los mensajes o comentarios en los que le digo que me cae bien (XDDD), pese a que tolera mucho peor los elogios que las críticas.
En primer lugar, pues, y dicho esto, voy a figurarme , por tanto, que las formas o el mensaje en si mismo tenía alguna falta respecto a lo que someramente se conoce como "corrección", o dicho en otros términos, ser capaz de hablar sin rebuznar. Se pueden transmitir ideas (quizá las mismas) sin caer en la descalificación, insulto, o formas hirientes. Es por ello que la libertad o "espacio libre" no puede amparar nunca, ni jurídica ni moralmente, el derecho al insulto o a la falta de respeto. Puede, eso si, incluir un derecho de crítica (la sana crítica), o, si se quiere, de no conformidad con los hechos ajenos en los que, eso sí, tengamos potestad para hablar, o lo que es lo mismo, fuera de la esfera de la privacidad. Pero, como digo, ese derecho de crítica se limita por el respeto y la dignidad de los demás, esto es, que puedo decirle a Zurudil en su blog "no me gusta como escribes" en relación a que sus usos y maneras no son de mi gusto, pero no puedo decirle "no tienes ni puta idea de escribir, eres un auténtico gilipollas". Nótese que en ambos casos el mensaje transmitido es, en esencia, el mismo: que mostramos discrepancia. Pero en uno, opinamos, y en otro, ofendemos, o, como mínimo, tenemos ese ánimo. Así que, en la generalidad de nuestra conducta, es paradójico pedir libertad para nuestras acciones que, lamentablemente, lesionan la libertad de otros, y tildamos de dictadores o de no demócratas a quienes no les permiten ese libertinaje hipócrita, traducido en el proverbial dicho popular que hace homenaje a los embudos en el refranero español "lo ancho para mí, lo estrecho para los demás". No es sino una mala tradición democrática y una mala educación en valores constitucionales lo que lleva, en muchos casos, a onfundirtérminos y a creernos la víctima de los demás, cuando no somos más que víctimas de nosotros mismos y de nuestra incapacidad (o falta de inteligencia emocional, si se quiere) para desarrollar conductas adaptadas y ante todo, lo más importantes, empáticas (ser capaz de ponerse en la piel del otro).


En segundo lugar Luis dice: "no es un espacio libre", lo que comparto enteramente. Un blog es algo que crea uno, y por tanto, está modelado a su gusto. Deben de regir en él las normas (dentro de un estándar mínimo de respeto a las más elementales reglas de convivencia) moldeadas y formadas por el titular del blog, ya que es un reflejo de sí mismo, y tiene derecho a que ese blog integre su forma de ver las cosas. Pero más allá de ello, nos encontramos con que un blog no es de lectura obligada para nadie, por lo que, mientras no se insulte desde él o se cpmetan agresiones verbales de cualquier clase, si no es de nuestro gusto sobre lo que se escribe, bien podemos leerlo para aprender algo de lo que no nos gusta, o bien, si no podemos alcanzar ese grado de sabiduría socrática, podemos, simplemente, y sin herir a nadie, no leerlo. Además está muy feo utilizar un espacio divulgativo (ya que el autor no nos regala sólo con tintes biográficos, sino con reflexiones y comentarios que, quizá para alguno -entre los que me incluyo- sean de interés) para atacar gratuitamente a su autor, y lo que es más, avisar que se le meterá caña en un futuro con otro nombre. Lo que se hace con esto es impedir el libre desarrollo intelectual y personal de mi amigo, y, frente a eso, nunca puedo estar de acuerdo.

Francamente desde aquí lanzo el mensaje de que cualquier comentario ofensivo, aquí o en otro blog, será borrado (si es aquí) o simplemente ignorado. No leeré nada que ataque a nadie en este u otro blog, porque las reglas del juego están para que las respetemos todos, y dentro de ellas, eso si, opinar. Fuera de ellas no cabe comentario alguno. Y el que tenga ganas de pelea, que salga a la calle a buscar otros como él, que seguro que se entienden.

Saludos defensores. (XDDD)

martes, 2 de enero de 2007

La alegría de los necios

Buenas. Entre horas de estudio y horas de estudio de ese putrefacto arte llamado derecho procesal (constituído como una nueva manera de tortura), también paro para comer, como todos los mortales, y, mientras tanto, veo (algo) la televisión, normalmente Padre de Familia. Justamente es que la cadena que emite esta teleserie, La Sexta, también incluye anuncios. Y mientras ponen anuncios uno zapea y se encuentra perlas como la que hoy he encontrado en TVcs, o Televisión de Castellón; la susodicha se incluía dentro de ese espacio que le dedican a que el ¿periodista? conocido como Josety nos cuente su versión del mundo que nos rodea, habida cuenta de sus dioptrías y sus desvaríos. Lo que el "buen amigo" Josety (moderado donde los haya) venía a contarnos es que, aunque el atentado en la terminal T-4 perpetrado por la banda terrorista E.T.A "es malo", no dejaba de "ser perfecto" porque así haría que (literalmente copio) "sujetos tan desvergonzados e irresponsables como Zapatero lleguen otra vez a puestos tan altos de responsabilidad en el Gobierno". ¡ Hay que ver que pendientes reales que tienen algunos!. Jamás pensé que alguien, más allá de las poses políticas de los responsables de los partidos, se alegraran de verdad de un atentado, y que, además, puede contar con víctimas mortales, y no se nos olvide, hablamos de vidas humanas.

Parece ser que al buen Josety no le importa que dos personas probablemente estén muertas si con eso le podemos reprochar a Zapatero su política antiterrorista. El hecho, además, de que sean nacionales de Ecuador seguro que facilita mucho a este señor pensar que son "sacrificios" que sirven para mejorar y sanear la maltrecha política de la nación.

Yo sólo tengo que decir a eso que la libertad de expresión no debe amparar este tipo de comentarios. No se debe ni se debería usar la muerte de las personas y la política antiterrorista como elemento político, pero hay quién no duda en esgrimir estas (sucias) armas para meterle el dedo en el ojo al adversario. No caen en que su alegría por el dolor ajeno no hace sino señalarles como los necios que son...

Saludetes