Posts Recientes

martes, 26 de diciembre de 2006

El sentimiento anti-Navidad

Parece ser que últimamente está muy de moda ser antinavideño. Al igual que está de moda ser progresista, no mencionar la palabra "España", o ser nacionalista. Parece que si se es navideño, se es pro Iglesia, por capitalismo, y por tanto, innegablemente, facha, o lo que es peor, ferviente seguidor de Acebes y el perpetuum morenus raiosuvix Zaplana. Pues bien, yo estoy a favor de la Navidad. Y lo estoy no porque me guste: jamás he decorado nada, no hago regalos, no pido nada, tampoco me siento mejor persona, ni me siento sólo, ni melancólico, ni especialmente generoso...todo sigue igual para mi en Navidad, y, personalmente, si que lo considero el gran invento de la sociedad moderna; industrias jugueteras, Iglesia y el sector alimentario hacen su Agosto en los meses de nuestro señor Santa Claus. Pero hay un detalle que a casi todos se les escapa por alto. También es, Diciembre, el mes en el que las ONG's españolas más dinero recaudan de todo el calendario. Sé que muchos esgrimirán el ya gastado y manido argumento usual en estos casos, "hay que ser generosos todo el año, no sólo en Navidad; la solidaridad no entiende de fechas", pero yo planteo un interrogante más en esta, a priori, sencilla ecuación: ¿Todo el mundo daría algo a UNICEF, Médicos Mundi, Cruz Roja, etc... a lo largo del año de no estar la Navidad?. O dicho en otros términos, ¿Conseguiríamos, de suprimirla, que la gente fuera solidaria todo el año, o por contra lograríamos que aquellas personas que sólo ayudan en Navidad no ayudaran en todo el año?. Es por esto por lo que la Navidad debería justificar su existencia, aún con toda la mala prensa (y con razón) que se le atribuye y el mensaje del Rey, que se que a todos nos cuesta ver.

Saludetes y Felices Fiestas (solidarias).

sábado, 9 de diciembre de 2006

El poder de la palabra (escrita)

Holas a todos. Últimamente me he convertido en una especie de telepredicador de esa mal llamada "cultura secundaria", es decir, de los cómics. Ya comencé mi labor de divulgación con mi gran amigo Álvaro a quién sibilinamente aficioné a los jocosos y divertidos cómics de la JLA.
Todo esto viene a cuento porque quiero destacar el poder de la palabra escrita: gente que nunca había leído un cómic en su día, ahora los lee; y lo hace porque le gustan y porque les cautiva la idea de ver un medio tan visual pero tan lleno de elementos abstractos. Una buena historia, adulta, con profundidad y matices, puede enriquecernos tanto como una gran novela. Y puede hacerlo porque puede ayudarnos a pensar por nosotros mismos, puede ayudarnos a tener una visión crítica de las cosas que nos rodean, y puede, en definitiva, hacernos personas más completas. La palabra escrita tiene un gran poder, y esto unido a una buena labor visual, podemos acceder a una nueva realidad que nos presenta historias profundas que van más allá del mero entretenimiento.

Ponga un cómic de J.M DeMatteis en su vida.


Saludetes